AMORES CHIDOS

 En búsqueda de evitar violencia en las relaciones de pareja en jóvenes y adolescentes.



La perspectiva de género se ha incorporado como una de las bases conceptuales más importantes para el sustento de las ciencias sociales contemporáneas porque se trata de una visión sobre las relaciones humanas, más específicamente, de una mirada crítica sobre las relaciones inter e intra genéricas, sea entre femenino/masculino, en un nivel, o mujeres/hombres, en otro nivel (Serret, 2008:15).

Es un enfoque que profundiza en el análisis de cómo se configuran esas diferenciaciones binarias, para evidenciar, entre otros efectos, la manera en que los seres humanos adquieren procesos de diferenciación jerárquica, es decir, cómo se construyen relaciones de poder “…que muestran claras asimetrías que se generan y reproducen en todas las esferas de la vida”(Torres Falcón, 2010: 81).

Consideramos que la perspectiva de género es uno de los enfoques más necesarios, abiertos e innovadores para avanzar hacia el cambio social, así como una herramienta conceptual de análisis que, al incluir la teoría de género o la teoría feminista, aporta marcos explicativos que abarcan dimensiones culturales, sociales, históricas y psicológicas, abordando el problema de la violencia para generar aportaciones teóricas que amplían la mirada, la comprensión y el planteamiento de nuevas problemáticas sociales. Por tanto, constituye el marco referencial más pertinente, con reflexiones y propuestas integrales, para sustentar la prevención y atención de la violencia en el noviazgo entre jóvenes.

La mirada de género tiene sus antecedentes en la historia del movimiento político intelectual que se conoce en el mundo contemporáneo como feminismo, cuyas aportaciones se realizaron, en principio, por autoras y autores y colectivos desde el siglo XVII, visibilizando las contradicciones de los procesos de la Ilustración en la Europa occidental, mediante las luchas, reflexiones, ideas y posturas éticas, así como críticas al paradigma androcéntrico de humanidad, mismo que excluye a las mujeres y simboliza las diferencias como desigualdades.

El feminismo es un enfoque de pensamiento y acción que hoy continúa construyendo una nueva sociedad basada en el reconocimiento de la equivalencia humana y las reivindicaciones por el derecho a la igualdad entre los seres humanos, particularmente entre mujeres y hombres.

Las diversas posibilidades analíticas que emanan de esta perspectiva contienen, como una de sus riquezas implícitas, la incorporación de conocimientos desde diversas disciplinas y teorías de las ciencias sociales que están abiertas a las discusiones, a la reflexión, al debate, a la confrontación racional y al disenso en relación con sus explicaciones, vías y limitaciones. Sin embargo, destaca un punto de consenso en cuanto a la necesidad de ir develando y modelando las herramientas teóricas y conceptos para explicar “…la persistente desigualdad entre mujeres y hombres” (Joan Scott, en Gutiérrez Castañeda, 2002: 13)



Propósitos básicos: evidenciar, analizar, e intervenir

Desde esta visión de las realidades, con la perspectiva de género se busca evidenciar, explicar y analizar las múltiples formas y funcionamientos de las relaciones de poder entre mujeres y hombres, así como profundizar en los procesos subjetivos, históricos, culturales y políticos subyacentes que se constituyen en mecanismos de desigualdad, de subordinaciones, discriminaciones, exclusiones u opresiones, mismos que varían de un contexto social a otro, pero que mantienen la constante de estar basados en la simbolización y representación sociocultural de las diferencias biológicas de las personas, en las identidades de género y en los estereotipos e imaginarios de lo femenino y lo masculino, entre otros aspectos. 

Instrumentar la perspectiva de género como marco de análisis permite mostrar los efectos diferenciales de esos fenómenos para las mujeres y para los hombres, así como proponer las alternativas de hacer y de actuar para intervenir y transformar esa complejidad de problemas, situaciones y condiciones injustas y desiguales para las mujeres y para los hombres, con efectos en todas las dimensiones de las realidades sociales.

La mirada de género también nos sirve, a partir de un análisis crítico, para demostrar que las diferencias biológicas entre los seres humanos no son la base, ni producen, ni justifican las asimetrías ni las jerarquizaciones que se imponen en las relaciones y en las condiciones socioculturales de ser mujeres, de ser hombres; y que esas relaciones desiguales de poder –en lo social, en lo económico, en lo cultural o, por ejemplo, en el ámbito educativo- no solamente ocurren entre mujeres y hombres, sino entre las mismas mujeres y entre los mismos hombres.

La visión de género tiene una relevancia no sólo científica, sino también ético-política, porque como herramienta conceptual nos brinda, por un lado, un marco amplio de interpretación científica de las realidades humanas y, por otro, cuenta con instrumentos para posibilitar la reflexión, el diálogo, el aprendizaje y la educación, así como “… el cuestionamiento ético acerca de lo injusta que resulta la aludida subordinación de un colectivo humano” (Serret, 2008:51); y en ese sentido, también busca intervenir para transformar las relaciones sociales y de género, demostrando con ello que las desigualdades que emanan de esta jerarquización patriarcal no son naturales sino socialmente aprendidas y por tanto modificables.


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CONFERENCIA DE AMORES CHIDOS


De igual manera es importante descargar el siguiente manual que contiene información de como manejar adecuadamente el programa de AMORES CHIDOS.

http://cedoc.inmujeres.gob.mx/lgamvlv/conavim/conavim_amoreschidos_2012.pdf

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